Cuencos tibetanos para la meditación: Guía para principiantes.

Te mostraremos cómo usar correctamente un cuenco tibetano para la meditación, para así poderlo incluir en tus rutinas.

En la actualidad, es casi imposible no tener un estilo de vida agitado, con múltiples tareas que compiten por nuestra atención y energía. Por esta razón es cada vez más necesario reservar momentos de nuestro día para realizar actividades que aquieten cuerpo, mente y espíritu. Las prácticas de meditación y atención plena, especialmente aquellas realizadas con cuencos tibetanos, pueden ayudarnos a ello, restableciendo nuestro sistema energético y liberando el estrés y la ansiedad.Si bien son muchas las personas que buscan incorporar cuencos tibetanos en sus prácticas de meditación, es muy común no animarse a hacerlo por creer que se trata de una actividad compleja. ¡Nada más lejos de la realidad! Te mostraremos cómo usar correctamente un cuenco tibetano para la meditación, para así poderlo incluir en tus rutinas.

Pero primero… ¿Qué son los cuencos tibetanos?

Los llamados cuencos tibetanos son tazones de metal usados de forma tradicional en monasterios del Tíbet para inducir el trance durante la meditación y promover la relajación. También conocidos como tazón cantador, tazón himalayo o rin gong, los cuencos tibetanos son perfectos para crear atmósferas de meditación óptima, ayudando a aumentar el enfoque y reducir la tensión a través de sus sonidos y vibraciones; haciéndonos más conscientes de nuestro entorno y alineando nuestra intención.

La manera de usarlos es golpeando o frotando con una baqueta para producir sonidos armónicos y vibraciones que resultan altamente relajantes para el cuerpo y la mente.

Estos patrones de onda generados por los sonidos del cuenco son similares a los de las ondas alfa creadas por la mente humana, por lo que al sincronizarse se crea un efecto calmante que ayuda a despertar la conciencia, restablecer el equilibrio y conectar con nuestro interior.

¿Por qué utilizar un cuenco tibetano?

Si bien se trata de objetos sumamente hermosos, un cuenco tibetano es mucho más que un elemento decorativo. Sus sonidos y vibraciones traen palpables beneficios para el cuerpo y la mente, siendo empleados incluso en ciertos tipos de terapias meditativas conocidas como baños de sonido. ¡A continuación te mencionamos solo algunos de sus beneficios!

• Disminuyen la ansiedad. Gracias al sonido y las vibraciones producidas, los cuencos tibetanos ayudan a promover la relajación y, por tanto, reducir el estrés y la ansiedad, disminuyendo incluso síntomas de enfermedades como la depresión.
• Induce un sueño reparador. Debido al punto anterior, los cuencos tibetanos son un excelente aliado contra el insomnio, ayudando a conciliar un buen sueño.
• Reduce la presión arterial. Existen estudios que muestran una relación significativa entre el uso de cuencos tibetanos antes de sesiones de meditación, con reducciones en la presión arterial, la tensión circulatoria y el pulso.
• Reduce dolores físicos. Otros estudios han demostrado la relación entre la disminución de dolores crónicos y el uso de cuencos tibetanos en sesiones de terapia.
• Limpia y recarga los cristales. Los cuencos tibetanos son ideales para limpiezas energéticas de cristales, cargando los mismos de energías positivas.

¿Cómo introducir los cuencos tibetanos en tu rutina de meditación?

Aunque parezca que solo puede ser usado por expertos, la verdad es que emplear un cuenco tibetano en la meditación es más sencillo de lo que imaginas; sin embargo, hay ciertos aspectos que como principiante debes tener en cuenta para sacarles el mayor provecho.

¡Te dejamos 3 consideraciones básicas antes de animarte a emplearlos para tus rutinas de atención plena!

• Sostenlo correctamente. Debido a que los cuencos tibetanos se utilizan para la meditación, deben sostenerse adecuadamente para lograr las armonías y vibraciones deseadas. ¿Cómo lograrlo?
  • Apoya el cuenco tibetano en la palma de tu mano no dominante con suavidad, y ésta en tu regazo o en una superficie cercana.
  • Toma el percutor con la otra mano entre el pulgar y el índice (como si fuera un lápiz).
  • No es necesario tomar el cuenco con fuerza, procura mantenerlo en equilibrio con mucha suavidad.
  • Evita usar anillos cuando emplees un cuenco tibetano: cualquier anillo de metal puede interrumpir el sonido producido por el cuenco.
  • Mantén el cuenco cerca de tu cuerpo para evitar inclinarme y ejercer una tensión adicional en la zona lumbar.

• Encuentra las vibraciones ideales. Golpea el tazón en el borde exterior o interior, sosteniéndolo en diferentes ángulos para ver cómo responde, aplicando una presión suave. Un consejo: empieza con un ángulo de 45° y ve probando desde allí. Eventualmente, comenzarás a notar qué zonas y presiones producen las melodías que más disfrutas.
• Usa agua. Puedes añadir agua al recipiente para cambiar su peso y los sonidos que hace. Pruébalo y observa las ondas que se generan en el agua y las vibraciones y sonidos armónicos que se producen. Eso sí, recuerda siempre secar tu cuenco muy bien para evitar que se oxide.

En la actualidad, los cuencos se consiguen en variedad de formas y tamaños y también en hermosos diseños, variando los sonidos y las vibraciones producidas. Pero recuerda, lo más importante de aprender a usarlos es tomarse el tiempo para practicar las muchas técnicas existentes; ya que lo fundamental es crear melodías resonantes. Al principio, te resultará difícil elegir un sonido relajante y crearlos a conciencia, pero con la práctica definitivamente mejorarás.

Los cuencos tibetanos pueden convertirse en una parte fundamental de nuestra disciplina espiritual, ayudándonos a trabajar con la energía a través del sonido. Tengamos presente que a medida que desarrollamos más herramientas de atención plena, nos conectamos mejor con nuestro cuerpo, mente y energía, y los cuencos sonoros están aquí para ayudarnos en ese camino espiritual ¡Recuerda que cuando el cuenco canta, tu alma canta también!